15 de enero de 2008

La democracia secuestrada

No sé si deprimirme o cabrearme ante la campaña electoral que se inicia.

La derecha miente más que habla. Dice el inefable Acebes que Zapatero no tiene credibilidad porque ha mentido en lo referente a ETA, pero ¿qué hizo él, ministro del Interior, cuando el 11-M? ¿Qué el ínclito cuando nos llevó a la guerra de Irak? Y si es por ETA, también el eximio intentó negociar e incluso la llamó Movimiento de Liberación Vasco. ¡Manda huevos!

La derecha tiene un sólo objetivo, el poder y una estrategia unívoca, todo vale con tal de que conduzca a la victoria, incluso asumir reivindicaciones de la izquierda como la democracia.

La izquierda en cambio es esquizofrénica y se columpia entre el utopismo revolucionario y el reformismo posibilista. Así, mientras la derecha se ha agrupado en un solo partido, la izquierda permanece dividida permitiendo la victoria de su rival. El objetivo es claro, la libertad y crecimiento del ser humano como tal, la emancipación y bienestar de las clases populares, de todos los humanos en general, incluso de todos los seres vivos. Pero duda entre los métodos de la derecha para conseguir el poder y mantenerlo, en ocasiones llega incluso a la dictadura, y la honestidad que le exige su ideología (hubo un presidente de la I República que dimitió por no firmar una pena de muerte). Las incongruencias de Zapatero lo evidencian.

Hay otro problema añadido, el electorado de izquierdas es exigente y suele castigar a sus políticos con la abstención, si no cumplen lo que se espera de ellos, con lo que deja la victoria al contrario y se castiga a sí mismo.

Más aún, la derecha política es la opción del dinero (el último fichaje del PP le sacó a Endesa doce millones de euros de indemnización) y la izquierda, la opción del trabajo y la ética. Los medios con los que puede contar la derecha nunca los tendrá la izquierda, salvo en momentos de crisis grave, en que el personal, el capital humano, único de la izquierda, se moviliza. La derecha cuenta con los medios de comunicación, prensa, radio y televisión, y machaconamente impone su visión de las cosas. El espectáculo de las elecciones en EEUU resulta ejemplar, en la mayor democracia del mundo el 50% del electorado no participa, sabe que no tiene posibilidad alguna. Hace años, en un momento de la carrera electoral, dijo el general Alexander Haig: Me retiro, se me ha acabado el dinero.

Quien tiene dinero, tiene los medios y quien tiene los medios, tiene el poder. Democracia mediática, la llamó Santiago Carrillo. ¿Entienden por qué algunos movimientos de izquierda impusieron dictaduras? Pero el poder corrompe siempre, los anarquistas lo veían muy claro.

Está además la Constitución y, sobre todo, la UE, donde todo está bien atado. Un decreto brutal para corregir el rumbo económico, pedía el PP por boca de Arias Cañete. Pura demagogia, porque ellos saben que ni la Constitución ni la UE permiten decretos brutales: el mercado, el sacrosanto mercado, es libre (o sea, está manipulado por el gran capital) y la política monetaria la tiene el BCE. Un decreto brutal que favorezca al dinero malbaratando la mano de obra (ya lo hizo González y así estamos). Claro, porque, si favorece a los trabajadores, inmediatamente el dinero se pondrá en huelga. Se vio durante la República, que aún no había echado a andar y ya el capital se puso en huelga, huyó del país y luego llamó al Ejército...

No sé si deprimirme, cabrearme o echarme a llorar.

3 comentarios:

Charo Bolivar dijo...

Te habla una que desde el 82 no votó hasta el 2000, porque pensaba que no servía de nada. Pero me di cuenta, tras meterme en una guerra que yo no quería que si no votaba estaba tirando piedras a mi propio tejado. Sí, la economía y el poder está en manos del dinero, ¿pero porquè no darles un poco de miedo con la subida de las izquierdas? La izquierda, auqnue no sea la izquierda que yo quiero, invertirá más en problemas sociales que la derecha, que se dedica a privatizar para quedarse con todas las empresas (ya lo hemos vivido, por desgracia), por eso, mi opción siempre será la izquierda y confío en que algún día la conciencia se les remueva un poquito para ver qué pasa de verdad en este país.

Salud2

Aurelio Mena Hornero dijo...

En ello estamos, hay que movilizar al personal, a los currantes, que sin duda somos muchos más. Salud.

Aurelio Mena Hornero dijo...

En ello estamos, hay que movilizar al personal, a los currantes, que sin duda somos muchos más. Salud.